[...]
¿Por qué ha llevado tanto tiempo a la medicina alopática organizada apreciar la relación entre la dieta y el cáncer?
¿Por qué han sido denigrados y estigmatizados los pioneros de la oncología como el Dr. Gerson cuando han intentado usar la nutrición como herramienta terapéuticaa?
Por lo menos, para la primera de estas perspicaces preguntas, los autores de este libro pueden adivinar cuatro respuestas prácticas:
1. En EE.UU., los avances en la tecnología médica mantienen un liderazgo perjudicial sobre cualquier otro tipo de tratamiento. Consumir hortalizas como recomendaría el Dr. Gerson, apenas utiliza tecnología.
2. La industria farmacéutica determina la forma que se permite practicar la medicina. Si una sustancia o método terapéuticos no se pueden patentar (y no permiten obtener los beneficios de un farmaco), suelen ignorarse, oponerse a ellos y eliminarse. Ninguna compañía médica orientada a los beneficios se mostrará dispuesta a invertir tiempo de investigación y dinero para promoverlos.
3. Admitir que existe una importante relación entre lo que comemos y estar afectado por el cáncer apunta con un dedo dirigido a dos grupos: (a) los procesadores de alimentos que nos venden productos sintéticos que no nos nutren bien o comida no natural envasada y (b) nosotros mismos como fuente de nuestra propia enfermedad. Aunque puede que reconozcamos la verdad de esta condena, se trata, en realidad, y no obstante, de una carga mental molesta.
4. La mayoría de los médicos han recibido una formación muy pobre en ciencias de la nutrición. Aquellos médicos que usan actualmente la nutrición como tratamiento son, básicamente, autodidactas.
[...]
Os invitamos a ver el siguiente vídeo, "La hermosa realidad", sobre como un joven va constatando en una viaje aventurero la verdad profunda detrás de la filosofía de hombres como el Dr. Gerson:
No hay comentarios:
Publicar un comentario