Como el árbol se ocupa de sus raíces, tallo y hojas por igual, es saludable atender y entender cuerpo, mente y alma íntegramente en uno mismo.
Nadie está más cerca de sí que uno mismo. Y nadie vigilará mejor su salud que uno mismo. La reflexión serena sobre la salud propia y el entorno en que habita llevará al atento observador a la sabiduría elemental: Recibir ayuda no es mejor que poder darla, el sano pensamiento alimenta al sano sentimiento y al cuerpo, como es adentro es afuera, etc.
Al igual que hay alimentos físicos, es decir, comida, hay alimento sútil, el aire, y sutilísimo, las impresiones. Y todos cuentan para la salud. No es posible mantenerse sano a base de dieta, a base de ejercicio, si luego se fagocita la televisión y su visión del mundo se asume como propia. No es posible ya mirar a otro para echarle la culpa de nuestro mal. Es la hora de hacerse responsable de alguien próximo, mucho: de sí mismo.
Por tanto, hoy más que nunca la empresa o proyecto más necesario y ecológico del mundo es:
SER EL CAMBIO QUE QUEREMOS VER